26.3.11

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::portrait by foch::






MS POLA THOMSON





fashion designer_nyc/scl_




El caso de Pola es especial. Particular. Chilena de nacimiento, diseñadora provenientes de las filas de la Saint Martins londinense, la Parsons neoyorkina y actualmente radicada en la gran manzana, Thomson representa lo mejor del diseño local vigente en uno de los circuitos oficiales de la moda internacional. En esta entrevista, Thomson responde a todo, sin pelos en la lengua y con una elegancia y desprejuiciada sencillez que hoy por el cono sur, es prácticamente, un milagro. Pura alquimia. Léanla, porque créanme, no será una pérdida de tiempo. Con Ustedes, MS Thomson.



¿Qué tal Pola, cómo estás?

Bien Garcías, encantada de estar en esta renovada edición de A:MAG, ¿Y tú?



¿Cómo va el frío por la gran manzana?

Creo que pasamos el punto más álgido. Pero no o te creas, me gusta caminar cuando nieva, es mi propio doctor Zhivago y después de las tormentas, es un espectáculo ver todo blanco. También me gusta tener que armar un look con muchas capas.



Cuéntanos de tu última colección. ¿De qué trata?

La última colección S/S’11, está inspirada en los principios básicos de la alquimia, en el proceso de purificación que los alquimistas experimentaban antes de transmutar los metales de innobles a nobles. Trasmutaban sus propias almas. Trabaje una silueta de formas sencillas, planos de tela limpios y generosos, siguiendo en la línea de mis siluetas en colecciones anteriores.



¿En qué te has basado para su construcción lúdica?

A su entorno imaginario. Mi imaginario permanente tiene que ver con una mujer conquistadora y de espíritu aventurero, que al mismo tiempo está en una evolución interior, así como viaja a través del mundo y sus paisajes, lo mismo le sucede en el plano espiritual, está en un constante movimiento hacia nuevos destinos. De todos modos, siempre hay un tema que me inspira puntualmente en cada colección, puede ser una película, una obra o una época. Para esta colección fue la obra fílmica de Jodorowsky “La Montaña Sagrada”, y en la de accesorios, la obra de la artista Louis Nevelson.



¿Y del patronaje?, ¿Cuáles son sus particularidades técnicas?

Mantener una planimetría en bloque, simple y pura. Sin tallaje, no creo en el tallaje. Creo que es un concepto obsoleto.



¿Cuál es tu actual mercado?, ¿Tus canales de venta?

Mi mercado es para mujeres joviales sin ser jóvenes y maduras sin ser adultas. En los complementos y accesorios mi mercado es mixto, para hombres y mujeres en la misma línea que te comentaba antes. Hoy mis puntos de venta en Nueva York son dos y uno en Santiago, además de los encargos particulares.



¿Del año anterior a este, cuáles son los avances tangibles que has experimentado como diseñadora?

Muchísimos. Estoy inscrita en una ciudad donde tengo un calendario y acceso a recursos que antes no tenía. También como mantengo parte de mi producción en Chile, aún cuando ha sido un desafío, los resultados han sido óptimos. He aprendido a funcionar de modo flexible y versátil. Tengo un buen equipo de trabajo y colaboradores notables.



¿Y a nivel comercial?

A nivel comercial estoy en una primera etapa, reubicándome en New York pero con metas claras y sin perder mi ligazón y contactos con el cono sur.



¿Por qué trabajar en torno a la simpleza y las líneas simples Pola?

Porque es lo que conozco y es lo que mejor sé hacer. También estoy convencida que en estos tiempos modernos en que vivimos, sobresaturados, es necesario un poco de silencio y quietud. Un espacio donde no todo este revelado, eso es lo que intentan comunicar mis piezas, una seducción de cierto modo críptica.



Ya has pasado por la Parsons y la Saint Martins, dos de las mejores escuelas de moda del mundo, ¿Qué puedes contarnos de esa experiencia?

Me siento una afortunada. No solo por las escuelas, vivir en Londres o en New York, que son ciudades llenas de vida y diversidad, me han dado aprendizajes que traspasan las aulas de clases.



Nueva York, vieja amiga, es una verdadera selva de cemento y con una competencia tremenda, vamos, que hay que tener cojones. ¿Cómo te mueves por la Gran Manzana con respecto a tu desarrollo profesional?

Me muevo en la medida de mis posibilidades y con confianza en quién soy y lo que sé hacer, me entrego a las experiencias, procuro dar y sacar lo mejor de cada una.



¿Y en relación al plano personal?, ¿Te cuesta acostumbrarte o ya le cogiste el punto?

Creo que le cogí el punto desde el primer día, sino no me quedo, lo que sea a contrapelo no es mi estilo. He conocido gente maravillosa.



Las diferencias entre Chile, tu tierra natal con respecto a Norteamérica y en especial con Nueva York [un verdadero país dentro de otro país] es sencillamente, abismal. ¿Cómo ves a Chile?, ¿Con qué ojos lo ves desde ahí? Tiene que ser una cosa muy compleja, o muy sencilla.

Las grandes ciudades siempre son unas vorágines ensimismadas, y así pasa con New York, es un mundo aparte que tiene sus propios códigos y maneras de funcionar, bastante más sofisticadas que las que había vivido hasta hace un tiempo. Por otro lado Chile, que es mi tierra natal, donde están parte de mis raíces y afectos, es una tierra hermosa que me inspira, hoy aun mas con la distancia. He redescubierto la belleza en lo “bruto”, en lo inexplorado, también en la manera única de mirar y de enfrentar el primer mundo como una persona criada en la australidad.



¿Cómo perciben los neoyorkinos tu trabajo?

En general insisten en que tengo talento y que lo comunico con un leguaje propio. Los accesorios increíblemente siempre son tema, no ha habido una sola vez que salga a la calle llevando uno y que no termine recibiendo comentarios o teniendo una animada conversación sobre ellos o sobre sus procesos creativos. Siempre tengo una apreciación única del espectador, que agradezco y atesoro. Más de alguna de estas situaciones han terminado con presentaciones privadas donde terminan llevándose una pieza de la colección.



¿Y cómo percibes a los neoyorkinos?

Con un gran y genuino interés por lo que no conocen o les sorprende, sobre lo que les genera una inquietud. Me fascina la capacidad de crítica, conversación y opinión. He conocido gente interesantísima de todas partes del mundo que me llevan por caminos que sin ser intelectualmente duros, son entretenidísimos. Esta ciudad es una verdadera babilonia moderna, donde se hablan todas las lenguas y conviven todas las razas.



Cuéntanos cómo fue la experiencia de dejarlo todo y partir a radicarte en otro sitio. Es una opción que a muchos, por miedo o cobardía, paraliza.

Es que en mi vida el desapego ha estado presente desde siempre, y lo entiendo como parte de mi búsqueda. Nunca he tenido miedo a dejar o cambiar algo para embarcarme en algo nuevo. Aventurarme es parte de mi naturaleza y las aventuras, para mí, tienen un valor en sí mismas.



Hace poco estuviste en Santiago presentando tu anterior colección en una pasarela privada local. Yo mismo estaba ahí sentado viendo tu colección y fue una experiencia personal atroz, testigo de un atraso conceptual y organizacional que dejaba sin palabras. ¿Por qué crees tú que esta industria no logra arrancar en el país?

Porque no está considerada ni dentro de las artes y la cultura, ni dentro de la economía, y es tan parte de una como de la otra.



¿Cómo crees tú que podrían mejorar radicalmente estas deficiencias?

Con trabajo, ensayo y error.



¿Con qué ojos miran en la gran manzana a los diseñadores latinoamericanos?

Latinoamérica en Norteamérica es una realidad, en todo nivel. Quítale el nombre a los estados en español y se van más de la mitad. El trabajo de los latinos es reconocido y pesa, está Francisco Costa, el director creativo de Calvin Klein o Alexandre Herchovitch presentándose hace años en este calendario, Isabel Toledo, y tantos más. Hay un lugar para todos en la industria de la moda en New York, hay cofradías y la latinoamericana es potente.



De creadores chilenos, María Cornejo y Bárbara Briones son otra dos coterráneas que están abriéndose paso en la industria de la moda y no les está yendo nada mal ¿Tienes relación con ellas?

Podría decir que María en los ochenta se abría paso, y hoy es una consagrada. Con Bárbara nos conocemos hace algunos años y fue una sorpresa encontrarnos metidas en la gran manzana el año pasado, creo que para las dos fue un “cambio de planes” que nos saco de nuestra realidad local y nos trasplantó a este escenario internacional. Para la última presentación en Chile la colección la presenté y fotografíe con los zapatos de Bárbara, aquí seguimos en plan de colaborarnos, porque estamos en un punto de re partida que inevitablemente nos une, y personalmente, su trabajo me fascina.



¿Cuáles son tus planes para este año con respecto a THOMSON?

La mejor manera de decirlo es a lo gringo “Just Keep Going”



¿Y con respecto a Pola?

Lo mismo.



¿Crees en dios?

Creo.



¿Qué entiendes por clase?

Una tipología.



¿Y por ordinariez?

Que no es lo mismo que vulgaridad.



¿Qué es lo que puede sin derecho a réplica, arrancarte la cabeza de felicidad?

Las cosas bien hechas y con amor.



¿Y lo que puede bestialmente sacarte de tus casillas?

La falta de sentido común.



Cuéntanos alguna anécdota escabrosa que te haya sucedido en Manhattan, seguro que tienes varias. [risas]

¡Hahaha! La PEOR y sin más detalles, el día que me quede sin llaves y no pude entrar a mi casa.



¿Y alguna graciosa? Ahí tienen que llover a diario.

Hace un par de semanas me caí sentada en un banco de nieve en el distrito de la moda. No eran ni calles ni veredas, lo que había era una gran cancha de patinaje en hielo.



Muchísimas gracias Pola.





edited by mr jorge reyes zepeda_



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